martes, 17 de mayo de 2011

Reapertura y bendición del templo de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda


Detalles de la Cúpula del Altar Mayor y Artesonado. Foto Diego Godoy Cejudo.

Ver fotos del acto



El pasado domingo, 8 de mayo, se celebraba la reapertura al culto y bendición del emblemático Templo de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda, tras casi 28 años de obras de restauración.


A las 6’30 de la tarde la ceremonia comenzaba en la Parroquia de San Pablo. Tras la monición, que supuso un recorrido histórico de la importancia del templo a lo largo de los siglos, se iniciaba la solemne procesión con la imagen de la patrona de Úbeda, la Virgen de Guadalupe, en la que participó el Sr. Obispo de Jaén, D. Ramón del Hoyo, las autoridades locales, representantes de las cofradías de Úbeda y una gran cantidad de personas que se congregaron en el itinerario procesional hasta llegar al templo de Santa María. Una vez que la procesión llegó a la iglesia de Santa María, el Sr. Obispo se dispuso a abrir la puerta principal del templo e hizo entrega de la llave al párroco, D. José Araque, como gesto simbólico.


Minutos más tarde y tras la entrada en la iglesia de la Virgen de Guadalupe comenzaba la Eucaristía presidida por el Obispo, D. Ramón del Hoyo López, y concelebrada por más de 40 sacerdotes de toda la diócesis. Durante su homilía el Sr. Obispo quiso recalcar la importancia del templo de Santa María de los Reales Alcázares como símbolo de identidad de los ubetenses: “esta tarde toda la Iglesia diocesana aquí representada, especialmente las comunidades parroquiales y de religiosos, asociaciones, cofradías y demás movimientos cristianos de la ciudad de Úbeda, asistimos, junto con otros fieles y ciudadanos, a un acontecimiento muy singular. La venerada imagen de la Virgen de Guadalupe, patrona de la ciudad, ha querido presidir este acto de reapertura oficial de este precioso templo dedicado a Santa María de los Reales Alcázares, antigua colegiata y señal de identidad de los ubetenses desde hace siglos”.
D. Ramón del Hoyo hizo, además, gran hincapié en el interés de toda la sociedad en la reapertura del templo. Agradeció, asimismo, a la intervención y gestión de las instituciones: “me consta la gran ilusión y el deseo de todos para que llegara este momento. Constantemente he podido comprobar este común sentimiento en sacerdotes, autoridades, Delegación de Patrimonio, medios de comunicación… para que esto fuera una realidad. Cerrado este templo desde 1983, tras casi 28 años de obras, de nuevo ha recuperado su esplendor, seguramente por varios siglos. Pero exigirá cuidados constantes para evitar su deterioro. Somos muy conscientes del gran esfuerzo e interés por parte de las instituciones públicas, sobre todo a través de la Junta de Andalucía para conservar en esta ciudad, patrimonio de la humanidad, uno de sus monumentos más significativos y representativos de su ingente patrimonio. Gracias en nombre de todos por esta gestión”.
Por su parte, el párroco D. José Araque quiso animar a los fieles a acercarse hasta Santa María, porque “no es sólo un hermoso templo con gran valor artístico y arquitectónico, sino también un lugar sagrado para poder participar en el culto”.

La Eucaristía finalizaba con el canto del himno a la Virgen de Guadalupe por parte de los centenares de fieles que abarrotaron el templo en esta jornada histórica para la ciudad de Úbeda.


miércoles, 11 de mayo de 2011

SANTA MARÍA DE LOS REALES ALCÁZARES



Bello Aspecto del Interior de Santa María, con culto. Foto 1 de Juan Á. L. Barrionuevo. Foto 2 de Manuel Fonfría Vizcaino.



Es uno de los templos ubetenses que más transformaciones y reconstrucciones ha sufrido. No hay por consiguiente en él unidad arquitectónica. Templo sedimentario —lo definiríamos— en el que diferentes estratos artísticos se superponen, se mixtifican y se agregan en heterogéneas asociaciones. Templo “romántico” —diríamos también— cuya morfología ha sido repetidas veces dislocada por la acción del tiempo, rota cualquier moderación. Cada época histórica confiere a Santa María su clamor inconexo y declina su modalidad desconectada. A la entrada del claustro, unos capiteles románicos pugnan por esgrimir su grito antiguo, aplastado: su grito apasionado por la balumba masiva de sucesivos, reiterados, ímpetus innovadores. Triunfa en el claustro la vigencia de un gótico ambientado de sutiles melancolías, de añoranzas que cuajan en serenidades. Y en el interior, en vano trata de imponer su autoridad la hegemonía renacentista; todo aparece como una ingobernable democracia artística (?), perdido cualquier equilibrio compensatorio. Los arcos de las naves se curvan en indecisas preferencias entre la ojiva y el medio punto, para quedarse, al fin, en indisciplinadas, “independientes” estructuraciones. El gótico florido, el plateresco, el puro clasicismo, y hasta el impuro barroco alguna vez, parlamentan —no sin vociferaciones— en el sacro recinto. A estas voces artísticamente autorizadas se unen —hay que confesarlo— intrusas resonancias de un “stajanovismo” apresurado, que nada tienen que ver con ningún estilo; son fruto de las restauraciones parciales hechas en este templo, después de la guerra civil.


Pero, en conjunto, una nota meritísima tiene nuestra Iglesia Mayor: la originalidad. Si resulta extraña, en sus detalles acusa sin embargo, a cada paso, un destello curioso de novedad; nunca, o rara vez, una vulgaridad. Tal virtud, excusa muchos posibles defectos.


Es, en fin, Santa María, un templo “a posteriori”, un templo que ha resultado. Porque sus construcciones y reedificaciones, parecen haber renunciado, de antemano, a todo supuesto previo, a todo parentesco y a toda continuidad. ¿Cuántos obispos reformadores han dejado su huella en este templo? Nombres y fechas en los muros, en las puertas, en las bóvedas de la antigua Colegiata; nombres y fechas correspondientes a otras tantas restauraciones, supresiones, derribos, erecciones, enmiendas. Aquí, la huella del canónigo Becerra, allá la del Obispo Dávila, enfrente la del beneficiado Sagredo... Acá, las armas del prelado Mendoza; arriba el escudo de Suárez de la Fuente del Sauce...


(De BIOGRAFÍA DE ÚBEDA)

martes, 10 de mayo de 2011

El Claustro de Santa María de los Reales Alcázares




Dos detalles del Claustro. Foto 1 de Juan Á. L. Barrionuevo. Foto 2 de Manuel Fonfría Vizcaíno.



Atravesado el atrio del templo nos encontramos con el claustro gótico que mandó edificar en 1512 el canónigo D. Pedro Becerra; él sufragó parte de los gastos. Como se han observado en los pilares que sostienen a los arcos ojivales de este claustro reminiscencias de arquitectura más antiguas —románicas principalmente—, se supone que ya existía el mismo con anterioridad a la obra de Becerra, que le dio su conformación actual. Rodea el claustro a un patio que perteneció a la desaparecida Aljama. Este conjunto, es de gran belleza.

Verdaderos remansos de paz estos claustros de las iglesias catedrales o colegiales, cuya densidad histórica y artística, impermeable a cualquier sugestión frívola, envuelve el pensamiento en un nimbo amoroso. Más que el mérito arquitectónico en sí mismo, son el ambiente sedante, el silencio, la presencia mística de los cipreses —a cuya sugestión viene a unirse muchas veces la difusa, tremente, armonía del órgano cercano—, quienes prestan a este recinto su natural, no estudiado encanto, haciendo de él un “sitio real del espíritu”, sede de la meditación. Pocos “climas” así, pueden invitar, con una serenidad, a la descentrada o atormentada psicología “depaysé” de los hombres heridos de nostalgia, tocados de infinito. “Azorín” —tan obseso del tiempo— hubiera escrito un maravillo artículo acogido a la umbrosidad del claustro de Santa María, en los atardeceres estivales concordados de “Ángelus” y de golondrinas...
(De BIOGRAFÍA DE ÚBEDA)

lunes, 9 de mayo de 2011

Santa María de Úbeda; 8 de Mayo de 2011.

Cientos de personas participaron en la reapertura al culto y bendición del emblemático templo de Santa María de los Reales Alcázares. Foto Román.


Yo el Autor de este Blog, en la escalinata del Altar Mayor,...







Monseñor D.Ramón del Hoyo López Obispo de la Diócesis de JaénEntrega la Llave al Párroco de Santa María D.José Araque Quesada.Domingo 8 de Mayo de 2.011. Foto Miguel Tejada Moreno.








El interior de Santa María se mostró abarrotado durante la celebración. :: ROMÁN












Santa María ya es de todos los ubetenses.




Cientos de personas participaron en la reapertura al culto y bendición del emblemático templo. Video Sergio Salido.
09.05.11 - 02:04 -
ALBERTO ROMÁN ÚBEDA.
Centenares de personas asistieron en la tarde de ayer domingo al solemne acto de reapertura al culto y bendición de la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda. Muy pocas veces se ha visto tanto trasiego de gente por el casco histórico de la ciudad Patrimonio de la Humanidad. Quizá era comparable al que se vivió en la misma plaza Vázquez de Molina el día que la Unesco concedió a la localidad el preciado título, junto a Baeza, el 3 de julio de 2003. Y es que, la expectación era máxima. No era para menos pues muchos ubetenses llevaban esperando ese momento desde hacía casi 28 años, desde que se cerró la iglesia un 18 de julio de 1983.

En todo este periodo el edificio ha estado sumido en unas obras de restauración tan dilatadas en el tiempo como cuestionadas, pese a que se han resuelto los graves problemas estructurales que pudieron haber supuesto su hundimiento parcial e incluso total. Aunque las críticas de antes y de ahora se han visto finalmente ahogadas entre las voces que celebran la deseada reapertura del emblemático templo ubetense.

Durante la eucaristía de reapertura y bendición, celebrada a eso de las siete y media de la tarde, no cabía ni un alfiler en el interior de la iglesia. Todo el mundo quería ser testigo directo de este momento histórico. La ceremonia fue oficiada por el obispo de la Diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo, a quien acompañaron alrededor de 40 sacerdotes de Úbeda y de otros muchos puntos de la provincia, invitados a concelebrar la misa en tan especial ocasión.
No obstante, la celebración comenzó una hora antes en la iglesia de San Pablo. Allí el obispo pronunció unas palabras como monición de bienvenida e invitó a los fieles congregados a participar en la procesión extraordinaria que desembocó en Santa María, con el clero y autoridades, que sirvió además para trasladar hasta 'su casa' a la imagen de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Úbeda, que aguardaba en San Pablo desde el pasado 2 de mayo, día de su Romería.
Protocolo de bendición
En todo momento se siguió el protocolo que conlleva la bendición de una iglesia. Así, una vez que el desfile llegó a Santa María, el obispo se dispuso a abrir la puerta principal con la llave que llevó colgada al cuello durante todo el acto. Aunque quienes aguardaban en el interior para facilitar las cosas se adelantaron unos segundos y las puertas quedaron abiertas de par en par sin que la llave llegara ni siquiera a entrar simbólicamente en la cerradura. «Apertura automática, cosas de la modernidad», bromeó alguien del clero. Así, Ramón del Hoyo no pudo más que entregar la llave al párroco, José Araque, también según lo previsto como gesto simbólico.
En ese momento entró la comitiva, con todas las autoridades civiles, políticas y eclesiásticas, y después pudo hacerlo el pueblo, que en pocos segundos ocupó todos los bancos y los espacios libres de las tres amplias naves del templo. En ese momento un coro amenizaba el acto con sus cantos litúrgicos, dando la bienvenida a los asistentes. Y minutos más tarde aparecía por la puerta que hay junto al altar mayor, tras recorrer el claustro, la imagen de la Virgen de Guadalupe, que fue recibida entre aplausos y gritos de «viva». Se trató de uno de los momentos más emotivos, ya que la Patrona de Úbeda por fin estaba en su iglesia dispuesta a ocupar el lugar que le corresponde en su tradicional capilla. Con ello, se pudo desarrollar con normalidad la eucaristía y la bendición del templo y de los fieles.

Preparativos
Hasta llegar al día de ayer, los preparativos se hicieron a un ritmo frenético. Todas las imágenes se trasladaron a sus correspondientes capillas. Los bancos se colocaron después de haber sido montados en su interior. Las losas cuya tonalidad no coincidía con el resto de la solería fueron sustituidas en tiempo récord. Los enseres y demás objetos litúrgicos se pusieron en su lugar. Y las labores de limpieza se realizaron concienzudamente para eliminar todos los restos de una obra de casi 28 años. Hasta a las rejas se les dio brillo. Y así todo lucía esplendoroso.
Un cambio provisional
No obstante, no todo se quedará definitivamente como estaba ayer, pues habrá que hacer algún pequeño cambio provisional motivado por la restauración que precisa el tradicional baldaquino de la Capilla de Jesús. Al respecto, la cofradía del Nazareno ha anunciado que las imágenes de sus titulares permanecerán en el interior del templo mientras se desarrollan los trabajos, que comenzarán en breve.

Concretamente, las tallas de Jesús Nazareno, la Virgen de los Dolores, San Juan y la Verónica se ubicarán provisionalmente las tallas en la Capilla de los Becerra de la misma iglesia de Santa María que, curiosamente, fue donde estuvo el Nazareno desde 1868 hasta la década de 1950.

Santa María de Úbeda; 8 de Mayo de 2011.



Santa María de Úbeda; 8 de Mayo de 2011.


El 8 de Mayo de 2011, será una fecha inolvidable para la Historia Religiosa de Úbeda y en especial para la historia de la tercera Iglesia más importante de la provincia de Jaén.


Tras permanecer 27 años y 10 meses cerrada al culto, por unas importantes y emblemáticas obras de restauración, hoy a las 19,15 horas y tras una solemne Eucaristía, presidida por el Señor Obispo del Santo Reino, Monseñor Ramón del Hoyo se ha procedido a la bendición del templo al culto católico,...


Ha sido unos momentos emotivos, sobre todo cuando entraba en procesión la Virgen de Guadalupe al interior. No ha sido para menos pues muchos ubetenses que hemos estado esperando este día desde hace casi 28 años, desde que se cerró la iglesia un 18 de julio de 1983. Desde entonces, el edificio ha estado sumido en unas obras de restauración tan dilatadas en el tiempo, pese a que se han resuelto los graves problemas estructurales que pudieron haber supuesto su hundimiento parcial e incluso total.



domingo, 8 de mayo de 2011

Todo está preparado para la reapertura de Santa María en Úbeda



07.05.11 - 02:18 -
ALBERTO ROMÁN ÚBEDA.
Salvo algunos pequeños detalles que se ultimarán entre hoy y mañana, todo está preparado para la reapertura al culto de la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda. Abrirá sus puertas mañana domingo, por la tarde, con una eucaristía que oficiará el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, y que incluirá la bendición del templo. La cita ha levantado una gran expectación y se espera la asistencia de varios cientos de personas.




No es para menos pues muchos ubetenses llevan esperando este día desde hace casi 28 años, desde que se cerró la iglesia un 18 de julio de 1983. Desde entonces, el edificio ha estado sumido en unas obras de restauración tan dilatadas en el tiempo como cuestionadas, pese a que se han resuelto los graves problemas estructurales que pudieron haber supuesto su hundimiento parcial e incluso total. Aunque las críticas de antes y de ahora se han visto finalmente ahogadas entre las voces que celebran la reapertura del emblemático templo ubetense.




Los preparativos han ido según lo previsto. Casi todas las imágenes ya ocupan sus correspondientes capillas. Los bancos ya se han colocado después de haber sido montados en su interior. Las losas cuya totalidad no coincidía con el resto de la solería ya han sido sustituidas. Los enseres y demás objetos litúrgicos ya se encuentran en su lugar. Y las labores de limpieza se han realizado concienzudamente para eliminar todos los restos de una obra de casi 28 años. Hasta a las rejas se les ha dado brillo.
Según el programa previsto, la celebración comenzará en la iglesia de San Pablo a las seis y media de la tarde. Allí el obispo pronunciará unas palabras e invitará a los fieles congregados a participar en la procesión extraordinaria que desembocará en Santa María, con el clero y autoridades, que servirá además para trasladar hasta 'su casa' a la imagen de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Úbeda.




En todo momento se seguirá el protocolo que conlleva la bendición de una iglesia. Así, una vez que el desfile llegue a Santa María, el obispo abrirá las puertas con la llave que llevará colgada al cuello durante todo el acto, la cual entregará posteriormente al párroco, José Araque. En ese momento entrará la comitiva, y después podrá hacerlo el pueblo. De esta forma, se desarrollará la eucaristía y la bendición del templo y de los fieles.
Con ello, Santa María volverá a funcionar con normalidad como parroquia, como lo hizo hasta la década de los 80. Al respecto, se ha anunciado que a partir del lunes siguiente, día 9 de mayo, habrá eucaristía diaria de lunes a sábados, a las ocho y media de la tarde, y los domingos a las once y media de la mañana. Asimismo, se estudiará un horario para que el templo pueda ser visitado por los turistas.




¿Futura basílica?
Con respecto al futuro a medio plazo del templo, la intención de la autoridad eclesiástica local es que llegue a ser considerado como basílica, para lo cual se está preparando una solicitud que será enviada a Roma, desde donde se debe dar este título que supone aplicarle las mismas atribuciones y estatus jurídico de una catedral. Los cambios en la distribución del templo serían mínimos, y entre ellos se encuentra la habilitación de un espacio para un coro.

martes, 3 de mayo de 2011

Santa María de Úbeda; Fotos con Sabor a Historia.

Vista General del Crucero; Reja del Desaparecido Coro Colegial; Desaparecida Portada Neoclásica de la Capilla de las Joyas de la Iglesia (Capilla Cristo Yacente hasta 1983) y Detalle de la Actual Capilla del Cristo de la Caída con la Reja que hoy está en la Capilla Virgen de Guadalupe. Foto José Manuel Almansa, años 1920?
Aspecto Capilla del Santo Entierro; Años 1940: Foto Revista Vbeda.










Trono del Cristo Yacente Ante la Capilla de las Joyas de la Iglesia, años 1920?(Foto Pedro Mariano Herrador) Y Cristo Yacente ante el Altar Mayor, años 1920? (Foto Juan Antonio Soria)







REAPERTURA AL CULTO DE SANTA MARÍA DE LOS REALES ALCÁZARES






REAPERTURA AL CULTO DE SANTA MARÍA DE LOS REALES ALCÁZARES
DOMINGO 8 DE MAYO A LAS 18,30 HORAS.



solemne procesión de entrada del pueblo, clero y autoridades y traslado de la Virgen de Guadalupe desde la iglesia de San Pablo a la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares.
A la llegada, eucaristía de bendición de la iglesia.Preside el Obispo de la Diócesis, Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ramón del Hoyo López.



Tras la reapertura, a partir del día 9 de Mayo eucaristía diaria de lunes a sábado a las 20,30 horas y domingos a las 11,30 horas.



Úbeda, Mayo 2011.

LA CAÍDA REIVINDICA VOLVER A OCUPAR LA CAPILLA DE LA YEDRA

El Cristo de la Caída en la capilla de la Yedra en 1947 (Foto Pema).


NOTA DE PRENSA DE LA COFRADÍA.







LA CAÍDA REIVINDICA VOLVER A OCUPAR LA CAPILLA DE LA YEDRA
2 de mayo de 2011
NOTA DE PRENSA DE LA COFRADÍA.
Históricamente, desde su llegada a Úbeda en 1943 y hasta 1966, el Cristo de la Caída, ocupó la Capilla de la Yedra de la Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares. Esta capilla, es parte fundamental de la Historia de nuestra cofradía. En ella se han sucedido parte de los acontecimientos más emotivos de su pasado.
Cuando en 1983 la Iglesia se cierra al culto para acometer las obras de restauración, la cofradía ocupaba la Capilla de San Gregorio, situada en la nave derecha de la misma. Los motivos que llevaron a abandonar la histórica capilla de la Yedra, allá por los años sesenta, no fueron otros que, al ocupar la Cofradía dos capillas, la ya comentada de la Yedra con la imagen del Cristo y la de San Gregorio con el Trono de plata en el que hoy procesiona Nuestra Señora de la Amargura, el párroco de por aquel entonces solicitó que la Cofradía ocupase sólo una de ellas, y, al no poder acceder con el trono a la capilla de la Yedra debido a la reja, se optó por subir la talla de nuestro Cristo de la Caída a este, quedando ocupada sólo una de las dos capillas que la Cofradía ocupaba. Ésta capilla se habituaba perfectamente por sus dimensiones y por carecer de reja que entorpeciera la ocupación completa por parte de la cofradía, sobre todo en las dificultosas tareas de movimiento del trono.
Pero la intención de nuestra hermandad siempre fue recuperar parte de su historia, de evocar su pasado y de ocupar el lugar que le correspondía. Por ello, durante este interminable periodo de obras, se han ido dando minuciosos pasos encaminados a recuperar la capilla de la Yedra como titular de la cofradía una vez que el templo volviera a recibir culto.
Así, en los años noventa, se redactó una solicitud que contó con el visto bueno del que, por entonces, era vicario de Úbeda, D. José Lomas Mayas, y, posteriormente, se mantuvieron encuentros con el actual párroco y capellán, D. José Araque Quesada.
Todo parecía ir por el buen camino, en ningún momento se nos pusieron trabas ni obstáculos y la cofradía, de buena fe, dio por hecho que recuperaría su histórica capilla.
Sin embargo, nuestra sorpresa llegó hace poco tiempo, cuando nos llegaron ciertos rumores de que no se nos concedería, finalmente, nuestra ansiada capilla. El motivo: que la Iglesia iba a ser convertida en Basílica y que los trámites, según el mencionado párroco, conllevaban la obligatoriedad de adecuar un espacio para un coro.
Éste coro podría haber sido situado en cualquier espacio del templo, el más adecuado, su espacio central, tal y como está situado en gran cantidad de catedrales, como por ejemplo la de Baeza, sin embargo, nuestro párroco, pensó que el lugar más idóneo sería la Capilla de la Yedra, olvidando por completo su pertenencia histórica a nuestra cofradía y las promesas que se habían efectuado tiempo atrás.
Por todo esto, y dejando clara nuestra disconformidad con la forma en la que se ha llevado a cabo todo el proceso, la Cofradía ha vuelto a ser recluida a la Capilla de San Gregorio, donde, muy a su pesar, volverá a recibir culto.
Nuestros esfuerzos y nuestra ilusión irán orientados a adecuar de la mejor manera posible dicha capilla para que Nuestro Padre Jesús de la Caída reciba el culto y el honor que merece, y que su mirada se oriente siempre a la que fue y debió volver a ser, su casa, la Capilla de la Yedra.